Salame al cioccolato - Salame de chocolate

Es un típico postre italiano. De los que se preparan en casa, el más amado en absoluto (especialmente por los más pequeños). Un poco porque los italianos aman el chocolate, otro poco porque es muy fácil de hacer y no necesita cocción.

Si para los italianos el tiramisù es como nuestra chocotorta, el salame de chocolate sería nuestro turrón de Quacker, pero más popular. De hecho, lo sirven como postre en algunas trattorias y se puede comprar, listo para consumir, en algunos supermercados o negocios de productos congelados. Y también se consigue en caja, para preparar en casa mezclando sobrecitos, como nuestro postre Royal. ¡Nunca falta en las fiestas de la escuela!

No obstante su simpleza, aparece oficialmente en la lista de productos agroalimentares de la tradición italiana. Es raro que no haya atravesado el mar con nuestros antepasados, una de las pocas costumbres que no emigraron.

Es un plato a base de chocolate y galletas dulces. Su nombre deriva del parecido con un verdadero salame, por su forma cilíndrica, su color oscuro y sobre todo por su aspecto al seccionarlo: en cada rodaja, el color del chocolate contrasta con los pedacitos claros de la galleta, imitando la grasa del embutido.

El salame de chocolate también es llamado salame turco (no por su origen, sino porque su color recuerda la piel de los Moros), salame vikingo, salame inglés o salame del rey.

La receta básica, decíamos, contiene chocolate y galletas. Pero cada familia tiene su propia versión: con o sin huevo, con manteca o mascarpone, y por qué no, con la infaltable Nutella. En la elección de los ingredientes, todo depende del sabor que estemos buscando: si lo preferimos intenso usaremos mucho chocolate amargo, o si nos gusta un poco más suave y dulce, elegiremos un chocolate más refinado. Lo podemos preparar como postre o para festejar un cumple diferente. Es irresistible para chicos y grandes

Te aconsejo probar y modificar nuestra receta a tu gusto. Y si hay pequeños en casa, será muy divertido preparar el postre con ellos. Es un clásico en Italia realizarlo con los niños en el Jardín de Infantes: todavía recuerdo el orgullo de mis hijas cuando les tocó hacerlo y traerlo a casa.

Algunos tips antes de seguir con el paso a paso:

Para las galletas: si estás en Italia, podés utilizar galletitas tipo OroSaiwa , Macine, Bucaneve, Galletti, ¡o las que tengas en casa! Si estás en Argentina, galletitas tipo Lincoln o Manon, irán perfecto.

Para el mascarpone: si no lo encontrás (o querés hacerlo un poco más “light”), podés reemplazarlo con 200 g de queso blanco y 50 g de manteca derretida.

Ingredientes para 10 porciones

200 g de galletas dulces

100 g de Nutella

200 g de chocolate fondente o de taza semiamargo

250 g de mascarpone

1 cucharada de azúcar

Papel de horno

Preparación

Romper las galletas con las manos o con un palo de amasar y con un colador eliminar las migas, reservando los trocitos de galleta.

Disolver el chocolate a baño María, o con cuidado en el microondas, y dejar enfriar.

Mientras, mezclar el mascarpone con la Nutella; agregarle el chocolate derretido y el azúcar. Integrar bien con una cuchara de madera. Finalmente, incorporar las galletas picadas.

Volcar la preparación en el centro de un rectángulo de papel de horno, acomodándola con las manos si es necesario, dándole forma cilíndrica. Envolver con el papel el cilindro resultante y cerrar los extremos como un caramelo, atándolo con un trozo de hilo de cocina.

Colocar en la heladera, preferentemente en la zona freezer, y dejar enfriar por lo menos 5 horas.

Antes de servir, cubrir la superficie con azúcar impalpable.

Cortar en rodajas.

¿Una idea para una decoración original? Podés atar el cilindro como si fuera un verdadero salame, utilizando hilo de algodón.